27 junio 2013

49.Rastas

Llegará ese día. El día de todos los días. Un día en que vivamos el mundo. Rabiosamente juntos. Con las bocas cerca de las bocas. Con las babas cerca de las babas. Pondremos velas sobre los platos. Leeremos en voz alta, a deshoras. Y la madera en la hoguera y el vapor de la ducha. El día del Armagedón. No sabremos cuándo. Sólo ocurrirá como ocurre. De pronto. El trueno. No se tratará de memoria. Tampoco la mañana. Amanecidos. Ni la noche cerrada. Tampoco las horas porque se borrarán los relojes. Y serás vos cuando me mires. No vos toda y sin ropa sino el hilo de luz que saldrá de tu mirada. Algo que nos encenderá y por lo tanto quemará. Me darás de eso que tenés ahí. Y me lo darás todo. Y por fin nos aprovecharemos de la siesta perfumada. Me taparás los ojos con tus partes blancas. Y volveremos al principio. Al origen del magma. A la zona cero. A desabrocharnos los pantalones sin que nos demos cuenta. Al carnaval enloquecido donde nos mojaremos. Libres. Sin cesar. Llegará ese día. Un día entre todos los días. Un instante maravilloso en que tus ojos. Ya nunca mentirán.