27 febrero 2013

10.Luces

Tenemos un tragaluz secreto por donde se nos filtra todo lo que brilla al otro lado del mundo. Y los sonidos ambiciosos de ese mundo. Por supuesto está en el cuarto de baño, inaccesible y misterioso. Por eso, de pronto, te veo de puntillas, tensa de la cintura para abajo, sin ropa y sin memoria, mirando por el tragaluz. Asomada. Tan estirada y viva. De la cintura para abajo las cosas pueden ser una línea de esas de pescar. Una luciérnaga que se enciende y después se apaga porque después ya nunca más se encenderá. La medianoche en las inmediaciones de Stamford Bridge. Cuando ya no queda nadie. Nada. Excepto vos haciendo virguerías con un aerosol metalizado. Excepto vos apurando las palabras. Y entonces yo. Te veo de puntillas, desde atrás. En lo alto. Tensa. Y me siento como el pobrecito Ulises. Pidiendo inútiles porfavores en medio de la soledad. Sin que la cera tape del todo mis oídos. Sin que mis oídos cieguen del todo mi vista. En lo más alto del mástil. Ahí. Tan cerca de la locura.

de Pequeños pies ingleses