01 abril 2010

Conti inolvidable


"La señora Maruca se marchó. Oyeron todavía su voz que vagaba por el patio como bolitas de vidrio que golpeasen en el aire, tan vocecita, menudo, apretado soplo, y después oyeron el ruido de los chirimbolos que quedaban por transportar, y aun por el ruido el Príncipe los reconocía a cada uno".
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Haroldo Conti,
Mascaró, el cazador americano