26 marzo 2009

Whiskys

.
Sotana y escopeta; sombrero, mezquindad: servime en este vaso que tengo los dedos cansados. Que la voz se me hace corta y la paciencia una mosca insoportable que gira en redondo. Servime que te sirvo. Mirame y bardeame mientras escucho cómo suena el tintineo. El clín de la noche santa. Hielo contra hielo, labio sobre labio. Vaso ancho y pesado y algo quejumbroso. Boqueame que borracho voy por vos: por lo que fuimos y por lo que siempre seremos. Frío el contorno y alcoholizado el aire: la borrachera me hinca hasta decir basta. Borrachito por tu cuerpo de sota en la baraja, de alfarera en la última pieza de la casa, de fiebre vespertina. Por lo que siempre seré cuando tu aguijón me inocule el néctar de la buena nueva. Tomemos (juntos) la pócima estrafalaria y todos los días serán Carnaval. En puntas de pie me acerco y en puntas de pie me dejo. Te beso. Me dejo. Te toco. Me dejo. Quiero verte en tu sofá cama pataleando de alegría. Quiero que me sirvas y servirte. Que bebamos como locos hasta la cima inaccesible. Que suene el hielo y la piedra y la suerte. Que giremos en redondo como moscas enloquecidas.

.
extraído de
Arder en el invierno
.