04 abril 2014

Trágico, solitario y final

El mal es complejo. Para Marcelo Luján se trata de un elemento inherente al ser humano, como uno de los grandes motores que está de un modo tácito por encima del amor y del poder, y por encima incluso del dinero. A propósito del carácter de la obra del argentino, en cada entrevista se ve obligado a definir ese polo. “El ser humano es el mal en sí mismo y allí donde vaya, donde interactúe, probablemente exista. Me atrae mucho la idea de que la familia, como primera institución, sea el origen de esa malicia. Vivimos en una sociedad bruta,  desquiciada y absurda, todo lo que tenga que ver con el mal, con el daño, con la desgracia y el dolor del prójimo, nos atrae incondicionalmente”.

PERFIL/Cultura, domingo 30 de marzo de 2014. por Pablo Giordano