14 mayo 2013

40.Balas

Quise. Cierta tarde. Hacer una lista. Una lista breve con todos los sitios en donde ocurrieron los años felices. Un Buenos Aires imposible vestido para la ocasión. Pero no existías vos en aquellos tiempos de limoneros y pantalones cortos. El mundo era el barrio y el barrio un conjunto de perfumadas sensaciones. Me habría gustado poder enseñártelas. Y poder ir juntos esquina tras esquina. Calle tras calle. Siesta tras siesta. La melancólica máquina del tiempo que todos siempre deseamos. Las veredas mojadas en carnaval. Por las tormentas que bañaban la ciudad. Habrían sido tuyos. También. Esos lugares. Esas calles y esas esquinas. Esas siestas húmedas. Porque quise y quisiste. Limoneros bordando las calles. Quise. Cierta tarde de un mes que ya no importa. Que me dieras más. Que me rescataras y por lo tanto me libraras del mal. Del siniestro evangelio que todo lo confunde. Quise que cambies. Con tu luz. Otra vez mis horas. Que me arrinconaras fuerte. Otra vez. Entre el lavabo y la puerta. Entre la puerta y el suelo y tu vapor y tus labios.