13 octubre 2012

Messi como problema

Por supuesto toda la culpa es de Lionel Messi. La magia exagerada que soltó anoche, cuando la selección argentina se enfrentó a la siempre aguerrida y oportunista selección uruguaya, en el siempre tenso clásico rioplatense y bajo la siempre enloquecida situación de eliminatorias. Fue 3-0, sin discusión. El partido empezó a las 2am hora española y pude verlo junto a mi hijo, casi adolescente. 
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Hasta ahí bien. Muy bien, quiero decir.
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El problema ocurrió hoy, cuando tuve la mala idea de ver las noticias gráficas y compartirlas con él. Entonces, todavía emocionado por el triunfo, el niño va y me pregunta pá, qué es eso de como yerba no hay.
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Complicadísimo momento para todo padre. Tener que explicarle a tu hijo casi adolescente la cruda y tan libidinosa semiótica de este titular, tan común y gracioso y determinante en el Río de la Plata. Por supuesto tuve ganas de hacer un pozo, meterme dentro, y salir el año que viene. Pero aproveché la algarabía de la noche mendocina, le eché toda la culpa al verdadero culpable, y se lo expliqué. Por supuesto me sudaron las manos.