27 septiembre 2007

Milagros

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Hoy ha ocurrido un milagro. En realidad fueron dos. O uno y medio. O dos medios milagros, no sé. Lo cierto es que he sido jurado (junto a Mª Ángeles Álvarez Martínez y Martín Casariego) del XXXVIII Premio Ciudad de Alcalá de Narrativa y, como una revelación, ha ganado el libro que mejor impresión me había dejado en mis lecturas veraniegas. De hecho, al leerlo supe –esta fue la revelación- que sería el ganador (incluso cuando todavía me quedaba por leer el setenta por ciento de los manuscritos). Habían sido once los libros finalistas: dos novelas y nueve colecciones de relatos. Me habían llegado en unas cajas, a principios del verano. El autor o autora ya está al corriente y desde esta humilde esquela quiero hacerle llegar mi más sincera enhorabuena. Porque para mí ha sido como un milagro. Quiero decir la confirmación, la unanimidad, el placer de haber leído correctamente.
El segundo milagro es más personal y ocurrió al regresar de Alcalá de Henares, ya en casa, leyendo las noticias literarias:
novelafinalistadeimportantepremio
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Seguiremos informando.